Cómo funciona la ósmosis inversa doméstica

La ósmosis inversa doméstica es una incorporación reciente a este ámbito de un proceso que ya lleva décadas utilizándose en el procesamiento de agua a nivel industrial. Desde hace unos años, estos avances técnicos han dado el salto a los hogares, con la instalación de sencillos equipos de ósmosis inversa bajo el grifo.

Así, los beneficios del agua osmotizada se han trasladado a las casas, para poder obtener con solo abrir el grifo un agua muy equilibrada. Este sistema elimina el cloro, el exceso de cal y sales minerales pero, ¿cómo? En este post te explicamos cómo funciona un sistema de ósmosis inversa doméstica y te hablamos sobre sus ventajas, ¡descúbrelas!

Agua de ósmosis inversa

Funcionamiento de la ósmosis inversa en el hogar

La ósmosis inversa en el hogar toma agua directamente de la red y la trata a través de una serie de membranas semipermeables para convertirla en agua de gran calidad, libre de bacterias y con un sabor neutro.

La ósmosis es un fenómeno muy común en la naturaleza que se produce en el organismo del ser humano, de otros animales y de las plantas. Sucede cuando dos fluidos de distinta densidad se encuentran separados por una membrana semipermeable. Al existir una diferencia de presión entre los dos, el menos denso tiende a pasar a través de la membrana hasta equilibrarla. Por ejemplo, en la desembocadura de un río el agua dulce, que es menos densa, desemboca en el agua salada del mar, de mayor densidad.

Pero, ¿qué sucede si invertimos el proceso? En esto se basa la ósmosis inversa, utilizada tanto en la industria como en los sistemas domésticos y que consiste en aplicar un sistema de presión superior a la osmótica y de sentido contrario. Gracias a un sistema de filtros y diferentes etapas, se consigue eliminar del agua las bacterias, microorganismos y otros sólidos que estén disueltos en el agua y que repercuten en su pureza, para obtener agua de la mayor calidad y con excelentes características organolépticas.

Beneficios del agua osmotizada

En la práctica, este sistema que consta de varias etapas de tratamiento se instala bajo el grifo, normalmente de la cocina para suministrar agua de calidad aportando las siguientes ventajas:

  • Eliminación de los contaminantes presentes en el agua.
  • Sabor neutro que da lugar a un agua de gran calidad organoléptica, perfecta para infusiones, cocinar y beber.
  • Reducción de los niveles de microorganismos al mínimo y alta efectividad a nivel sanitario.
  • Agua muy equilibrada, indicada para la alimentación infantil y para para dietas bajas en sodio.
  • Ahorro en tiempo y dinero si se sustituye la compra semanal de botellas de agua mineral.
  • Escaso mantenimiento del sistema de ósmosis inversa. Solo hay que sustituir los prefiltros (cada 10-12 meses) y cambiar el postfiltro (cada 24 meses).
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