¿Es bueno para la piel ducharse con agua fría?

Una buena ducha con agua fría resulta muy estimulante y, además, ofrece una serie de beneficios para el cuerpo y la mente nada desdeñables. Ya desde los tiempos de la Antigua Grecia se han documentado los efectos positivos de los baños a baja temperatura, por lo que no se trata de un descubrimiento de épocas actuales. Conforme ha avanzado la ciencia, la medicina ha ido explicando las causas por las que las duchas frías tienen estos efectos beneficiosos en el organismo.

No obstante, cabe matizar que las duchas con agua caliente o la combinación de temperaturas a lo largo del proceso también son opciones que nos aportarán unos cuantos efectos positivos. De esta manera, la elección dependerá de los beneficios que queramos lograr.

Beneficios de las duchas de agua fría para la piel

Beneficios de la ducha con agua fría

Una ducha de agua fría estimulará el sistema inmunológico y activará la circulación, por lo que resultan adecuadas para aquellas personas que sufren problemas circulatorios como las varices, ya que el agua fría aliviará las molestias derivadas de estas dolencias.

Además, utilizar agua fría al ducharse tendrá un efecto estimulante. Por ello, son perfectas para estar activos y despiertos. Así, resultan adecuadas para empezar el día o para realizar alguna actividad que exija atención.

Sin embargo, hay que ser cauto a la hora de ducharse con agua fría si se padece alguna afección cardíaca. Esta elección tampoco está especialmente indicada para las personas que sufren hipertiroidismo, ya que suelen tener una mayor sensibilidad a las bajas temperaturas.

Efectos positivos de una ducha fría en la piel y el pelo

Los beneficios de las duchas frías no se quedan solamente en los expuestos en el punto anterior, sino que también cuentan con efectos positivos para la piel y el pelo.

En resumen, las duchas con agua fría propiciarán una mayor suavidad, así como brillo, firmeza y elasticidad en la piel. De la misma forma, ayudará a que el pelo esté más brillante y es una buena práctica para combatir la caspa.

Principalmente, estos beneficios se deben a que el agua fría cierra los poros de la piel. El agua caliente los abre, un hecho que ayuda a eliminar toxinas pero que, a su vez, posibilita la entrada de microbios o bacterias y deja un aspecto reseco, escamoso y sin brillo.

¿Ducha con agua fría o con agua caliente?

Los beneficios de una ducha fría son múltiples, aunque cabe matizar que utilizar agua caliente también ofrece una serie de ventajas. Por ejemplo, es una buena opción para relajarse, por lo que resulta adecuada antes de irse a dormir y para aquellas personas que padecen insomnio.

En cualquier caso, ambas alternativas pueden combinarse. Por ejemplo, la ducha puede comenzar con agua caliente y concluir con agua fría para disfrutar de los beneficios en la piel de una ducha fresca.

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